Fui contratada con el propósito de reorganizar un proyecto que llevaba dos años sin finalizar y que debía completarse en un plazo de seis meses. El proyecto en cuestión se trataba de un sistema ERP personalizado que abarcaba tanto la gestión de comercio exterior como las operaciones administrativas, incluyendo el manejo de caja, inventario y mercadería.

En primer lugar, realicé un exhaustivo relevamiento de las tareas pendientes, priorizándolas de acuerdo a su importancia y urgencia. Establecí una comunicación fluida con el cliente para comprender a fondo sus requerimientos, especialmente aquellos relacionados con el comercio exterior, y transmití de manera clara y concisa esta información a los desarrolladores encargados del proyecto.

Una vez que las tareas fueron organizadas y priorizadas, asumí la responsabilidad de realizar un seguimiento meticuloso del proyecto, garantizando el cumplimiento de los plazos establecidos. Gracias a una cuidadosa planificación y una gestión eficiente, logramos finalizar el proyecto dentro del tiempo estimado.

Además, como valor agregado, implementé un panel de control con estadísticas relevantes, permitiendo al cliente visualizar de manera centralizada el estado de su negocio y obtener una visión general del mismo.